Si el paquete está perfectamente cerrado, entonces el objeto, el material de protección y acolchado y el embalaje exterior constituirán una unidad segura y protectora.
El número uno para el cierre de todo tipo de cajas es la cinta de embalar. En consecuencia, la gama es muy amplia. La resistencia a la rotura, la fuerza adhesiva y el desenrollado más o menos silencioso de la cinta juegan un papel esencial para la elección. Pero también el color es para muchos un criterio decisivo. Y por supuesto la posibilidad de imprimir en la cinta el sello de su empresa. De forma que cada paquete se convierta al mismo tiempo en una tarjeta de visita de su firma.
No es obligatorio, pero sí una recomendación, cerrar también las cajas de cartón ondulado de tres ondas con una cinta reforzada. Puesto que cuando se selecciona un embalaje exterior tan resistente y estable, el contenido suele ser también igual de importante y exige en consecuencia un cierre seguro y firme. No obstante, una alternativa podrían ser también las grapas de cierre o los flejes.